No, este post no hace referencia a esa excelente tienda de moda que los servicios secretos de Zapatero intetaron implicar en su falsario y patético montaje contra el honradísimo y honorable Camps.
Y es que, como bien sabemos quienes comulgamos con taquiones, el tiempo es relativo y aquello que es viejo puede resultar nuevo, y con los eones extraños incluso la muerte podría… ¿De qué estaba yo hablando?
Ah, si, la relatividad del tiempo.
En esta sociadad moderna que nos ha tocado vivir todo se juzga por la apariencia (TM). Y cuando algo muestra maneras de la temporada pasada es rápidamente clasificado como "viejuno".
No pude dejar de observar durante mi reciente visita a Botellaburgo el brutal abismo generacional que se produjo durante el Expofriki. Mientras la más joven muchachada coreaba himnos de coloristas series recién llegadas del otro lado del oceano los visitantes con edad suficiente como para haber ido en su día al cine a ver una película que había tenido mucha publicidad llamada "La Guerra de las Galaxias" se concentraban en la exposición dedicada a Esteban Maroto.
Hasta el extremo de no poder evitar plantearme la pregunta ¿es "viejuno" el estilo de Maroto?
Bueno, no negaré que tiene un… digamos… ¿marcado clasicismo formal?
Y sin embargo el mundo de las artes vive en un estado de perpetua y acelerada evolución. Una acelerada carrera armamentística de estilos en el que cada día surge uno nuevo que deja obsoleto el de la jornada anterior.
Pero, igual que la evolución biológica, la artística traza con su recorrido frondosos árboles familiares de múltiples bifurcaciones que dejan patente que sin ese pasado en el que hunde sus raices el presente no existiría.
Y también de la misma manera que en la biología en las artes existe el fenómeno de la Convergencia Evolutiva, que se manifiesta en la manera en que modas o estilos del pasado vuelvan un día a estar de rabiosa actualidad sin motivo aparente.
Así que no. Maroto no tiene un estilo viejuno. Ni Ortíz, ni De La Fuente, ni Bernet, ni Negrete, ni ninguno de los autores que a principios de los 80 se hallaban en la cresta de la ola del panorama del cómic adulto patrio.
(algún día hablaré largo y tendido de a qué se llamaba "cómic adulto" en aquellos tiempos pero no puedo anunciarlo porque le por algún motivo le puede dar un ataque al corazón a alguno, pero como aperitivo sabed que incluye muchísimos menos tentáculos de los que podriais esperar)
Fijémonos por ejemplo en la recientemente reeditada adaptación de los mitos de Cthulhu dibujada por Breccia.
¿Os parece visualmente anticuado?
Craso error.
En realidad Breccia es un autor de plena vigencia en este Siglo XXI de crisis, desencanto, postmodernidad…
Yo no sé quien ese señor llamado Maroto pero, ¿por qué no sale Bob Dylan y sí el peñazo de Joan Baez, sucios gafapastas?
Por siempre Jovén… Esa canción me encanta… Y todas las que son de los 80s.
Muy lindos recuerdos son cosas que siempe quedaran aunque pase el tiempo.