Hay veces que las nuevas ediciones de obras clásicas demuestran muy claramente algo.
Por ejemplo, con Roberto Alcazar y Pedrín
[Imagen sacada del blog de Santiago García, que tampoco se lo acababa de creer]
Hemos descubierto que da igual cómo nos pongamos, sólo Planeta edita como Planeta.
¡¡PICADLO SUBITO!! ¡¡PICADLO SUBITO!!
O sea, que no vamos a poder ver los manchones de fluidos humanos originales. Malditos.
¡Ohhh, lo han coloreado, qué bonito! ¡Ahora mola más! ¿De qué os quejáis, malinchistas?
Aún diría yo más…¡¡Estos no son los Roberto Alcázar y Pedrín que leía tu padre!!
A ver cuándo publica Planeta una nueva edición remasterizada de las cuevas de Altamira, que la tirada original está descatalogada desde hace por lo menos unos cuantos años.
Genial el nombre del segundo escaneo.
Eso no solo es color, es color feo.
Y no solo es color feo, es color feo y cutre.
Y no solo es color feo y cutre, es que es completamente aleatorio y… y anti-ambiental (¿que no se supone que están en un almacén y no se ve un pijo?).
Pero, al margen de todo esto, lo importante no es eso. Lo importante es… ¿¿cómo puede haber mercado para Roberto Alcázar y Pedrín y no para Madman, hostiasya??
A todo esto, la viñeta en la que nuestro héroe demuestra que no tiene nada que envidiarle a Sherlock Holmes o a Batman («Cuando iba a hablar lo han matado. Es porque algo sabía») es la que aparece en _El florido pensil_.
_El florido pensil_, adlianos míos; vuestro antepasado.
No se de que os quejais, tras estar a vueltas con el «Glorioso Blanco y Negro» aun hasta hoy, lo editan en color… Y os quejais! Malinchistas! Un poco de coherencia!