Cla$$war o la Guerra de las Ganan$ia$

El título es homenaje a Gain Wars, obra que Víctor Alós y Sergi Abad publicaron hace ya algunos años en Otracosa. Cuenta la leyenda que fueron con la obra en busca de editor, y que alguno les dijo que merecía la pena…pero que no se atrevían a hacerlo por si se metían en algún problema de tipo legal con George Lucas. Y es que hay veces que parece que por parte del editor sería más sincero decir a los autores «¡detrás de vosotros! ¡un mono con dos cabezas!» y aprovechar el despiste para escabullirse. Pero estoy desbarrando…
Si algo funciona, no lo toques. Si esto parece tan de Perogrullo, estaremos de acuerdo en que las políticas de algunas editoriales de cara a los salones principales va viento en popa. La directriz a seguir parece sencilla, sacar cuanto más mejor, pero a la perfección se llega puliendo los detalles. El lector español está ya acostumbrado a que durante el año haya dos puntos álgidos de oleadas de novedades: a mitad de año (Abril-Junio) en el Saló y a final de año en dos tandas: Salón del Manga y Expocómic. Estos momentos son muy importantes para las editoriales, si tienen stand, por la venta directa al público, que se ve que les generan unos beneficios muy interesantes. Además de las editoriales, acuden a estos eventos las librerías, que confían en surtirse con las novedades de esos días para sacarse también un pellizco interesante. Muchas editoriales optan por sacar sus productos más interesantes en esas fechas, los que sepan que van a venderse bien. Pero para las editoriales grandes esto no basta. Para una editorial grande el éxito en un Salón consiste en que todo lo que se venda en el recinto sean productos suyos. Y tanto si acude al evento como si no, la forma de conseguir su objetivo es sacar la máxima cantidad de novedades. Entre las que hay cosas interesantes, desde luego. Es posible sacar 5-10 novedades interesantes en un Salón, de esas que el público espera con ansia, pero como las demás editoriales también publican cosas interesantes, se corre el peligro de que nuestros productos no tengan la visibilidad suficiente en los stands o las librerías. De forma que hay que sacar otras cosas menos conocidas, pero que hagan bulto. Ocupando escaparate. Quince mejor que diez, si pueden ser veinte fantástico, y treinta sería lo más. Pueden estar bien, o no, quien sabe. Porque nadie lo sabe. Esos títulos cuya función es restar espacio a los de las demás editoriales para conseguir imponernos en la cuota de mercado son los que vamos a llamar «las Pedreas«.

Queda claro pues que para una editorial grande sacar novedades Pedrea durante un Salón es una necesidad. El problema viene a la hora de seleccionarlas. Ya no se trata solamente de un baremo de calidad (ya que se editan, si lo va a comprar y leer alguien, mejor ¿no?), sino de una cuestión numérica, de dónde sacar tantos títulos como hacen falta. Y mantener la compostura cuando después de un año diciendo que tal título o tal otro con ciertos visos de comercialidad están «En estudio«, se terminan publicando en los Salones a perfectos desconocidos….oh, vaya, quería haber escrito esto de forma general, siempre refiriéndome a «las editoriales grandes», pero me parece que ya sabéis de cual estoy hablando. Tampoco era tan difícil, la otra grande todavía no se entera del tema y saca las cosas a su ritmo haya o no Salón. Ya se dará cuenta algún día que es del género bobo sacar cinco tomos cada mes del año cuando puedes concentrarlos en 30 para cada Salón. Y entonces temblaremos. De emoción, claro. Pues con las caretas quitadas vamos a hablar un poco de la edición de las Pedreas, que también tiene su enjundia.

Lo habitual es conseguir los derechos de algún título o editorial oscura y se preparan en silencio hasta que llegue el momento de anunciar las novedades del evento. Parece fácil ¿no? no, lo de prepararlas sin filtraciones no, lo de buscar títulos. Todos conocemos alguna obra interesante e inédita en castellano que nos gustaría ver editada. Pero imaginad que no nos piden un título o dos, nos piden cuarenta. Dos veces al año. Siendo así, simplemente encontrar obras, contactar con sus autores y editores, y preparar las ediciones y promocionarlas tiene mucho mérito. En pocas semanas deben convencernos de que necesitamos comprar el Spider de McGregor y Colan, o el Monstruos de Neal Adams, o aquellos tomitos en blanco y negro ¿eran de Oni Press? que sí, que creo que me acuerdo, había uno con ¿puede ser con la portada verde? ¿no había hecho otro un tal Steve Rolston? ¿y lo de Dr Cyborg es posible que fuera de Image?

Las editoriales podrán argumentar que es precisamente en los eventos a los que acude gente que no lee cómic habitualmente cuando hay que diversificar la oferta. Lo que pasa es que si un lector no habitual se ha metido en un recinto de estos, seguramente algún amigo le habrá recomendado algo que comprarse, y dudo mucho que sea el Shutteburg Follies, para que nos vamos a engañar. Si este hipotético comprador tiene un mínimo de interés (y ya que ha pagado entrada para meterse en un Salón, vamos a suponérselo) igual va buscando alguna recomendación como el clásico Maus, o V de Vendetta, o Gon, o… y si encima le han dicho qué editorial lo publica y se encuentra la caseta de ellos nada más entrar, va a suponer que lo van a tener allí ¿verdad? No, no verdad, lo más probable es que le contesten «eso lo sacamos hace tiempo, aquí sólo hemos traído novedades. Pero tenemos este tomito con la tapa morada que igual te puede interesar, es de uh…un autor alternativo«. Y con los stands de las librerías puede pasarle otro tanto, con estanterías clónicas de las mismas novedades. Lo que hace pensar que si lo importante de verdad en estos eventos es el lector no habitual, serían buenas ocasiones para mover restos de material editado con anterioridad. Pero como este es un blog de risa no penséis demasiado en esto ¡detrás vuestro, un mono con dos cabezas!

Tras el maremoto vuelve la calma, y para dejar sitio a las novedades que siguen entrando, los verdaderos títulos Pedrea terminan de forma acelerada en los montones de saldos de las librerías (ya, los saldos no existen, es sólo una forma de expresarse). Lo que termina jugando en su contra, porque si un comprador de librería no se ha decidido en esos meses por un título, el verlo relegado al montón de baratillo lo que hace es confirmarle que su lectura no habría valido la pena. En cambio, si se mantienen un par de títulos Pedrea en las estanterías sin rebajarles el precio, es posible que todavía termine picando por ellos. Y es que si esos no se están saldando es porque deben estar bien ¿no?

Aunque vayan a ser leídas por una minoría, las Pedreas también deben seguir el proceso editorial de traducción, rotulación, problemas, impresión, etc. Y se les debe dar un formato. Formato que, al tratarse de productos diferentes a las líneas que se publican el resto del año, deben estar diferenciados. Esta diferencia es también una buena baza para la cuestión de la visibilidad. Si sacas un producto que a simple vista no parezca de tu línea editorial habitual, no parece que seas tú el que ocupa todo el escaparate. Es en esta cuestión, la del formato, en la que los editores pueden sentirse creativos, libres de las ataduras de grapas, tomos, clásicos reducidos…y todo esto repercute obviamente en el precio del producto. En los últimos años la tendencia ha consistido en productos en blanco y negro, tomos sencillos en tapa blanda, con un precio bastante ajustado. Pero tampoco hay que extremar la uniformidad, un tapa dura a tamaño gigante con un precio exagerado siempre da un toque de distinción necesario. Y algún tomo en tapa dura sin motivo aparente, que hay gente que quiere las ediciones cuidadas, sin importar mucho que haya dentro.

Esta reflexión viene del otro día, cuando entre las novedades del Salón del Manga me encontré con Cla$$war, y pensé «vaya, este año las Pedreas se han adelantado«. Como la Navidad, que el día menos pensado ya van poniendo las luces. Abro y me encuentro con Trevor Hairsine, artista inspirado en Alan Da…Bryan Hitch. Entra por los ojos, aunque no dibuja todos los episodios. Porque en cuanto comenzó a destacar se los llevaron los de Marvel para sus títulos Ultimate y tal, malvados ellos. Cla$$war es de la editorial Com.X ¿no habíais oído hablar de ella? Que raro. Porque Cla$$war es un título más que interesante, y que por fin se ofrece en castellano en un lujoso tomo en tapa dura por 13,95 euros, coincidiendo con las novedades del Saló del Manga. Lo que pasa es que uno no puede dejar de preguntarse cuando lo tiene en las manos en la tienda «de todos los días del año que tienen para sacar esto ¿no es demasiada casualidad que lo publiquen justo ahora?«. La recomendación desde aquí cuando se duda ante una potencial Pedrea es dejarla en la tienda unos días. Si se agota era buena. En tapa dura Cla$$war queda resultón, muy Authority.

Pero esto ha quedado demasiado serio y eso que todavía no nos hemos ahogado con las novedades de Expocómic ¿queréis algo divertido para terminar? Pues pensad en que tan seguro como que el Sol sale cada día es que para el próximo Saló de Barcelona volverán a sacarse otras cuarenta novedades de la manga. Clásicos, reediciones, rescate de autores semiolvidados, editoriales monoritarias. Se hacen apuestas. Y no dudéis que lo conseguirán. Y otras cuarenta para Expocomic 2007. Que no decaiga.

18 comentarios en «Cla$$war o la Guerra de las Ganan$ia$»

  1. Gran artículo, señor Calduch.

    Estoy bastante de acuerdo con todo lo que dices, y me he identificado fácilmente con el que ve los saldos (metafóricamente hablando) y no se los compra.

    Eso sí, si no son saldos tampoco, que la pasta sólo llega para colecciones regulares y autores conocidos. Qué mielda!

  2. Pues yo estoy en desacuerdo. Conozco como funcionan las editoriales, y raramente los títulos se plantean como «pedreas». Ningún editor quiere creer que el título que propone no va a funcionar. Otra cosa es que haya dinero o tiempo para promocionarlas todas (más de una vez pasa que entre tanto título se hacen daño entre sí). Según tu razonamiento, las editoriales sólo deberían sacar autores requeteconsagrados y hacerlo en cualquier momento del año, les convenga comercialmente o no. Es que… (DIOS, QUÉ ROLLO DE POST SESUDO ACABO DE ESCRIBIR)

  3. Yo diría que en mi opinión lo que Calduch quiere decir es que los salones deberían aprovecharse para la captación de nuevos lectores apoyándose en los títulos que se sabe que van a funcionar porque son los típicos clásicos. Las novedades «indie» que salen sin control durante esas fechas debieran tener su tiempo y sus miguitas de promoción si la editorial realmente cree que merece la pena, según yo lo veo.

  4. Y yo creo que os estáis liando.

    Yo suscribo a Calduch en que sacar novedades más «indi» para los salones es una maniobra de La Grande para ocupar más espacio, cuando el resto del año ese material pasaría menos desapercibido (si se publicara).

  5. Hmmmmm, si quiero publicar un comic propio, ¿ mejor proponerlo en fechas próximas a las publicaciones de pedreas???

    cLa$$war$ está muy bien, en la linea Ultimates pero con más carga social o denuncia política o como queráis llamarlo, lo que desconozco es si existe una segunda parte ya que en principio parece que no es así pero el final queda «algo» abierto…

    Algunos lo recordarán por ser el comic donde aparece la famosa viñeta de el heroe arrancandole la mandíbula al malo de un puñetasoooo…

  6. Completamente de acuerdo con el concepto de Pedrea, lo malo es que esos cómics, una vez pasada la novedad, se venden menos que los de image.

    Por cieeerto, «alguien» compro en mi parada este domingo:
    – Younblood 0 al 6
    – Cyberforce volumen 2 completo
    – Cyberforce volumen 3 completo.

    ADLO! deberia buscarlo para hacerle un homenaje!

  7. Otro detallito sin importancia es que las novedades que se distribuyen cuando es un salón del cómic no se devuelven. No admiten devolución. Ejemplar distribuido, ejemplar vendido.
    Y ninguna tienda quiere quedarse (ni dentro ni fuera del salón) sin las novedades que quieren comprar los clientes. Pero tampoco podrá devolver lo no vendido, claro.

    Ya ves, parece que el concepto pedrea incluye unas cuantas circunstancias.

    Slurps!

  8. Y en el stand de Glénat alguien se quejó amargamente porque no habían llevado Noritaka (sí, ese que en todas las portadas enseñaba un huevo) para vender.

  9. Lo de no devolver las novedades influye mucho en que acaben rebajadas. Y efectivamente, el hecho de no vender Noritaka incide en la captacion de lectores, a quien no le han hablado del manga del huevo en la portada?

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